Pronto se cumplirán 150 años de la llegada del ferrocarril a Quilmes, ocurrida el 18 de abril de 1872. Es imposible sobreestimar la importancia de este hecho en la historia del distrito, una verdadera refundación que dio el puntapié inicial para transformar a Quilmes de un partido eminentemente rural al quinto polo industrial del país a mediados del siglo pasado.

Para darse una idea de lo que era nuestro partido antes de la llegada del tren ofrecemos aquí el artículo que sobre nuestra zona fue publicado en el “Handbook of the River Plate” de 1869. Este libro guía, publicado anualmente por los hermanos Mulhall en idioma inglés, estaba dirigido específicamente a la comunidad anglosajona porteña: los Mulhall eran los editores de “The Standard”, uno de los periódicos en lengua inglesa de Buenos Aires. La presencia inglesa en un Quilmes que, recordemos, incluía a los actuales partidos de Berazategui y Florencio Varela, era importante aún antes de la llegada del ferrocarril, no tanto en número de residentes como en la importancia económica de los mismos, la mayoría ganaderos propietarios de grandes extensiones de tierra.

Como dijimos, el artículo está dirigido al visitante británico a estas tierras por lo que las comparaciones con su isla natal son constantes, como también el enfoque pro-británico del mismo. Teniendo esto en cuenta (y también pasando por alto los errores históricos sobre la comunidad Quilmes y la subestimación de la misma, idea muy fuerte en la época) la nota da una cabal idea de lo que era nuestra zona a mediados del siglo XIX y, hacia el final, relata los problemas de comunicación que el tren resolvería.

Algunas aclaraciones referente a los nombres que aparecen en el artículo:

Quilmes

                Situado a 3 leguas al SE de Buenos Aires, abarca una superficie de 25 leguas cuadradas, casi la mitad de la cual está sembrada y el resto la ocupan 21 estancias.

                No hay entre los sitios suburbanos cercanos a Buenos Aires un lugar más pintoresco y digno de visitar que Quilmes. El viajero se acerca hasta el lugar queda gratamente sorprendido por los importantes establecimientos, el desarrollo agropecuario y el paisaje boscoso que ofrece el que fuera asentamiento de los indios Quilmes.

                El camino desde Barracas pasa por cuatro leguas de campo desaprovechado hasta que se llega al la quinta que hoy pertenece al señor Saavedra, chileno, donde comienzan las plantaciones; a poca distancia arribamos a la chacra de los Álamos. Su propietario, el sr. Latham, es conocido por criar espléndidos caballos ingleses y mestizos: igual de notable es su granja modelo, a la que mantiene en perfecto orden y equipada con los mejores implementos ingleses para agricultura. La cabaña de los sres. Latham y Benavente tiene la mejor cría de ovejas Rambouillet de todo este continente.

                La propiedad del sr. John Clarke, Bella Vista, se encuentra sobre terreno elevado y desde su mirador se tiene una hermosa vista, que abarca las Lomas de Zamora, la ciudad y las aguas del Plata. El monte de duraznos tiene una extensión de más de media legua, pero su valor reside en la madera y no en la fruta. El hotel del lugar es muy conveniente para viajeros e incluye también una pañería de primer nivel, tienda de comestibles y sastrería. A diez minutos de cabalgata se encuentra la hospitalaria mansión del sr. Clarke, que está construida y ornamentada con la elegancia de una casa de campo inglesa. El sr. Clarke es uno de los vecinos más antiguos del lugar, y tiene muchas historias interesantes sobre los viejos tiempos. Quilmes toma su nombre de una tribu de indios de las provincias del norte, que lucharon una implacable pero fracasada guerra contra los españoles y fueron traídos aquí en cautiverio para formar una “Reducción”, a mediados del siglo pasado. La raza se fue extinguiendo paulatinamente y hoy los últimos descendientes de los Quilmes viven en una parcela de tierra cerca del pueblo, rodeados por el genio de la industria extranjera y la civilización. Luego que la tribu decayera, en 1824, sus tierras fueron divididas por el Gobierno en “sitios” de 500 x 300 yardas y pronto crecieron los árboles y la agricultura. El sr. Clarke recuerda cuando el lugar era prácticamente un páramo, y señala con orgullo los montes y las verdes praderas que él mismo plantó y que transformaron tan maravillosamente el aspecto del vecindario. Rosas hizo mucho daño a las chacras cuando las usó como invernadas de su caballería, pero hoy en día no hay un lugar en toda la República Argentina que se asemeje tanto a las granjas inglesas. Los prados del sr. Clarke se extienden hasta las costas del Río de la Plata y están bordeados de ligustro como en nuestro país. No menos de 80 bueyes son empleados para acarrear heno y alfalfa, pero el calamitoso estado del camino a la ciudad es un gran obstáculo para el transporte.

                La región de chacras perfectamente cercadas y cultivadas se extiende más allá de Quilmes, hasta el río Conchitas, y si el viajero lo cruza, encontrará que su travesía valió la pena al visitar Santo Domingo, la estancia del sr. John Davidson, cerca de la cual también se encuentra la prolija granja del sr. Peter Davidson.

                Santo Domingo perteneció originalmente a los monjes Dominicos, de cuyas manos pasó a las de la familia Pintos, quienes la vendieron a su actual propietario. Las plantaciones son muy buenas y el casco de la estancia y los edificios exteriores fueron construidos por el sr. Davidson al mejor estilo inglés. Hay en el jardín algunos ombúes muy antiguos y de gran tamaño, y es aquí donde cada fin de año se reúnen ingleses y escoceses para recibir el Año Nuevo con grandes fiestas. El sr. Davidson también ofrece carreras de caballos dos veces por año en su estancia. Es muy hospitalario con los visitantes y ha sido uno de los principales benefactores de la iglesia escocesa que se levanta entre su estancia y San Vicente, la cual es atendida por el Rev. Gebbic al frente de una importante congregación presbiteriana. La estancia de don Leonardo Pereyra probablemente sea única en toda la provincia, en lo que respecta a instalaciones, una casa espaciosa con un hermoso jardín, grandes galpones de ladrillo a la vista, extensos alfalfares, y todos los requisitos necesarios para un establecimiento de cría intensiva de las mejores razas inglesas bovinas, ovinas y equinas. Daría gusto a los amantes de los animales de raza ver su stock: cualquiera de sus razas son dignas de ver; y no tiene una sino varias: el Durham, bovino de cuerno corto; el ganado Hereford, los Cleveland Bay, raza de caballos de tiro; los ejemplares de ovejas Southdown, Shropshiredown y Leicester, etc. El sr. Pereyra es uno de los hombres más ricos del Río de la Plata.

                El distrito de Quilmes, a pesar de no tener grandes cantidades de ganado ovino o bovino, no tiene competencia en la variedad y calidad de sus razas superiores. Además de los de Leonardo Pereyra, el sr. Davidson tiene otro rebaño de vacas Shorthorn en su estancia; en la chacra de Latham hay caballos de pura sangre, un toro y un rebaño de vacas Durham; y por último, los mejores rebaños de ovejas Rambouillet y mestizas de este país que se encuentran en el criadero de don Manuel Benavente y Latham. Los rebaños de Rambouillet mestiza de estos caballeros dieron un promedio de 9.5 libras por vellón de lana en la última esquila de primavera y obtuvieron los mejores precios del mercado en las últimas dos temporadas: $120 a $125 por arroba; los carneros puros de 10 meses dieron 18 y 18.5 libras por vellón de lana; y los carneros Rambouillet de dos años o más promediaron 9.5 arrobas. Todos los créditos son para el sr. Manuel Benavente, cuya admirable administración, cuidado y atención le han permitido ser el más exitoso criador de ovejas Rambouillet de Buenos Aires.

Los recibos de propiedad nos indican las siguientes estancias:

• Leonardo Pereyra, 4 leguas cuadradas
• John Davidson, 2 leguas cuadradas
• Geo. Bell, 1 ½ leguas cuadradas
• Ponce Leon, 1 1/3 leguas cuadradas
• Arrascaeta, 1/3 leguas cuadradas
• D. Hudson, 1/8 leguas cuadradas
• Sra. Cruz, 3/4 leguas cuadradas
• J. Brown, 3/ 4 leguas cuadradas
• T. Robson, 1/2 legua cuadrada
• W. Yates, 1/6 leguas cuadradas
• F. Black, 1/4 leguas cuadradas
• Familia Sánchez, 1/4 leguas cuadradas
• Islas, 1/4 leguas cuadradas
• Baranda, 1/4 leguas cuadradas
• Young, 1/8 leguas cuadradas
• Boyd, 1/4 leguas cuadradas
• Arroyo, 1/3 leguas cuadradas
• Sra. Watson, 1/8 leguas cuadradas
• Familia Godoy, 3/4 leguas cuadradas
• Negrete, 3/4 leguas cuadradas
• Islas, 1/2 legua cuadrada
• Diaz, 1 legua cuadrada
• Leonardo Pereyra, 4 leguas cuadradas

Las tierras tienen mucho valor, estimado entre $500.000 y $2.000.000 la legua cuadrada. Nuestros compatriotas son dueños de más de la mitad del partido y sus propiedades, incluyendo las granjas y chacras, son de las mejores del país. Las tierras de George Bell están en parte en este partido, pero la mayoría corresponden al de Ensenada. Las de John Davidson se recuestan sobre el río Conchitas, hasta su desembocadura en el litoral del Plata. Las de Robson y la de Brown están tierra adentro, entre la capilla y el trazado del Ferrocarril del Sud, y las de la sra. Yates están cerca de la costa. La hermosa estancia de don Leonardo Pereyra ocupa casi toda la costa desde el río Conchitas hasta el límite con Ensenada: por ella corre también el Arroyo del Pato y en toda su extensión se divisan los cables del telégrafo de la línea que comunica Buenos Aires con Punta Lara. Hay 473 chacras que cubren 60.000 acres; las principales son:

John Clark con 665 cuadras – familia Garay con 272 cuadras – Izaguirre con 535 cuadras –  Wilfred Latham con 200 cuadras – Villavicencio con 55 cuadras – Juan N. Fernandez con 110 cuadras – Lavalle con 55 cuadras – familia Pérez con 64 cuadras – Basigalup con 45 cuadras – sra. M. Clark con 12 cuadras – Escobar con 80 cuadras – A. Fernández con 34 cuadras – Segovia con 22 cuadras – Berasategui con 90 cuadras – sra. Burton con 73 cuadras – Cabral con 135 cuadras – familia Gutierrez con 104 cuadras – Llanes con 90 cuadras – Parejas con 50 cuadras – Baranda con 26 cuadras – Diaz con 25 cuadras – Faría con 22 cuadras – Giraldes con 22 cuadras – M. Barragán con 90 cuadras – M. Benavente con 90 cuadras – V. Barragán con 90 cuadras – Bernal con 67 cuadras – Cabrera con 55 cuadras – sra. Hornos con 55 cuadras – Molino con 80 cuadras – familia Arze con 59 cuadras – Correa con 22 cuadras – Durañona con 22 cuadras – Forteti con 37 cuadras – González con 34 cuadras – Leine con 35 cuadras – Lerdon con 22 cuadras – Lagarde con 45 cuadras – José Montes con 45 cuadras – Quevedo con 34 cuadras – M. Saavedra con 22 cuadras – Villanueva con 22 cuadras – Henry Thompson con 22 cuadras – R. Maciel con 22 cuadras – N. Martínez con 34 cuadras – N. Mosqueira con 22 cuadras – C. Saenz Valiente con 34 cuadras – Senillosa con 34 cuadras – C. Drayer con 112 cuadras – Ramos con 16 cuadras – familia Miralles con 34 cuadras – Otamendi con 45 cuadras – Quimeli con 34 cuadras – Thos. Sandes con 34 cuadras – Tobal con 22 cuadras – B. Ricart con 43 cuadras.

Como ya comentamos, estas chacras están en un óptimo nivel de uso, estando en su mayoría en manos de Vascos e Italianos, y algunos pocos inmigrantes de las Islas Canarias.

                Los stocks ganaderos del partido son – 12.896 vacas, 7.729 caballos, 2.670 ovejas finas, 505.996 ovejas mestizas y 788 porcinos; eso nos da un promedio de 800 vacas, 800 caballos y 30.000 ovejas por legua cuadrada. La población la componen 4.089 argentinos, 354 italianos, 346 españoles, 264 franceses, 98 ingleses, 82 alemanes y 53 de otras nacionalidades, con un total de 5.286 habitantes. Hay 438 casas y 582 ranchos, incluyendo 59 pulperías. Hay 5 alcaldes, 40 tenientes y 10 policías.

                El pueblo de Quilmes está situado pintorescamente en la parte alta que mira hacia el Río de la Plata, con la rada y la ciudad de Buenos Aires a la distancia. Las quintas y sus alrededores son muy bellos y las residencias suburbanas se verán seguramente incrementadas una vez que el Ferrocarril de la Boca y Ensenada llegue hasta aquí. Las quintas de Bilbao, Montes de Oca, Carman y otras familias porteñas son muy prolijas y elegantes. La población del pueblo es de unas 2.500 almas y hay treinta y seis casas importantes, siendo las mejores las de Amoedo, Arriola, Baranda, Costa, Casares, John Clark, González, Hasperú, Lerdon, Martínez, Rodríguez, Romagosa y Sánchez, estando ellas valuadas en más de $50.000. El pueblo tiene una linda iglesia y escuela pública, y once buenos negocios: entre estos últimos se encuentran el de los hermanos González, Labourt, García, Sonyth, Insaurralde y Martín Puig. Hay dos hoteles, los de Manuel Joval y Félix Riso, ambos frente a la plaza; además de varios billares. Hay dos panaderías, propiedad de Bernard Lerdon y Ramon Raymundo. Hay tres herreros, dos de ellos en la Calle Comercio y el tercero, Don Diego Asperú, que vive sobre la plaza. El Dr. Wilde tiene una buena práctica médica y el boticario es el señor Matienzo, quien vive sobre la Calle Municipal. Hay también una peluquería sobre la plaza. Si hay tiempo bueno, tres diligencias realizan el viaje de ida y vuelta a la ciudad: las de Joval, Riso y Cordoba; pero en la estación húmeda toda comunicación queda suspendida debido al pésimo estado de los camiinos. En la ciudad los carruajes pueden ser tomados en la calle Potosí, o en la confitería de Barracas al Sud. Desde Quilmes a la costa hay un camino llamado Calle Municipal, y los pasajeros que viajen a Las Lomas encontrarán un puente sobre el Arroyo de Gaete cerca de la Atalaya. Se ha conformado un nuevo cementerio cerca de la granja de doña Isabel de Escobar. El comercio de Quilmes es muy limitado debido al mal estado de los caminos, habiendo poco lugar para nuevos emprendedores, tanto como “chacareros” como en cualquier otra ocupación. Entre los habitantes extranjeros que no mencionamos aún se hallan Wheatley, Westhoven, Graham, Roche, Bernard y otros. La escuela pública es atendida por cincuenta niños y setenta y una niñas.

                Quilmes se sitúa a 2 ½ leguas al este de Lomas de Zamora, 6 ½ al noroeste de Ensenada, 7 al nor-noreste de San Vicente, y 12 al noreste de Cañuelas. El partido limita con el Río de la Plata al noreste, Barracas al noroeste, Lomas de Zamora al oeste y al sur y sureste por Ensenada.

                Juez de Paz: don Manuel Benavente; Cura: Rev. Pablo M. Pardo; Jefe de Correo: don Pedro Riso; corresponsal del Standard: sr. James Bernard; la Municipalidad cuenta con cinco integrantes, siendo los ingresos de la misma de $500.000